martes, 30 de agosto de 2011

Cuestiona investigación sobre la muerte de Digna Ochoa

En el caso de Digna Ochoa se resume la falta de profesionalismo en la investigación de los delitos y la manera en la que se pretende acomodar a una línea determinada la resolución del caso. Este es solamente un ejemplo, no el único.

Sostener que el arma no maculó es una falsedad; si la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) pretende transparencia debería presentar el video de desahogo de esa prueba. Ningún perito en balística –excepto los presentados a la conveniencia de la fiscalía– puede sostener que un arma no macula, si es que funciona.

La prueba más clara de la falta de profesionalismo y seriedad por parte de la PGJDF es alegar la imposibilidad de confirmar las pruebas de la coadyuvancia y, por tanto, sostener su resolución a partir de la personalidad de Digna.

Señalan que estaba deprimida y que se encontró desolada; nada más falso, pues se quedó a cargo del despacho y de los asuntos pendientes cuando me incorporé, en octubre de 2001, a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, lo que consta en mi declaración ante la fiscalía.

Me acusan de que no dije todo lo que sabía. Me lo hubiesen preguntado. Yo contesté a todas las preguntas. Imposible que supiera qué querían saber. Menos después de ver tanta falsedad.

Pilar Noriega García